Ya han pasado 64 años desde que comenzó la llamada “Revolución Cubana”. Desde aquel 1 de enero de 1959 a la actualidad, la situación se ha vuelto cada vez más grave. La isla se ha convertido en un infierno para sus ciudadanos, prácticamente en una cárcel. Cuba es un país en el que los jóvenes ya no sueñan. Una isla en donde sólo se busca escapar para sobrevivir. Un país en el que un médico, un ingeniero o un arquitecto deben trabajar por la noche como taxistas o meseros en algunos de esos típicos bares pintorescos u hoteles exclusivos para turistas. Un país-cárcel, en el que unas pocas familias del poder militar manejan a su antojo la vida de toda una población.
La situación de los jóvenes cubanos es escalofriante. Los que no logran escapar del país no tienen opciones de seguir adelante con sus vidas. La represión, el miedo y las torturas son el acompañamiento diario que les inflige el Estado socialista. Desde aquel masivo estallido social del 11 de julio del 2021 a la actualidad, el régimen se ha endurecido y llegó a su nivel más cruel en años. Cuba es actualmente el país con más presos políticos de todo el continente (más de mil), en su mayoría son menores de 28 años y con penas de entre 15 y 30 años de prisión.
A pesar de todo, la resistencia y el hambre de libertad sigue en pie y cada día es más fuerte. Son muchos los jóvenes que están dejando su vida, a pesar de las trágicas consecuencias, por la libertad del pueblo cubano. La situación en el país está cada vez peor y, según cuentan algunos ciudadanos, sólo falta una chispa para que todo vuelva a explotar, y es por eso que las alarmas del régimen están activadas. Se conoce que hoy en día se están produciendo secuestros de mujeres a la luz del día, como el de Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, y casos como el de José Daniel Ferrer, secuestrado el 11 de julio del 2021, ahora en huelga de hambre en solidaridad con los demás presos políticos, del cual sabemos que viene recibiendo torturas diarias dentro de las cárceles del régimen.
Mientras tanto, la juventud cubana sigue ingeniándoselas para salir del país, tratando de buscar cualquier oportunidad. A diferencia de hace algunos años, el Partido Comunista Cubano ya no tiene forma de conseguir jóvenes para sus actos estatales y, peor aún para ellos, no tienen forma de conseguir que algún joven se preste para ningún show de la Unión de Jóvenes Comunistas, el órgano central para el control de los estudiantes en las universidades cubanas.
Cuba está expulsando masivamente a los jóvenes y todo esto se ve reflejado en datos. La isla va camino a convertirse en el único país del continente en reducir su población para 2050. Según datos del World Population Prospects de las Naciones Unidas, de 11,3 millones se pasará a 10,3 millones de habitantes. Una reducción del 9,2% de la población. Eso contribuye a otro problema: el constante abandono de jóvenes hizo que el envejecimiento poblacional se convierta en uno de los mayores riesgos del país. En la actualidad, un 21,3% de la población cubana es mayor de 60 años. Para el año 2025, se estima que la cifra alcance un 25% y ya para el 2050, ese mismo número subirá a casi el 35%, convirtiéndose en el país más envejecido de la región.
Todos quieren irse, nadie quiere quedarse. Una isla que solo acoge a turistas e hijos de los altos mandos militares. El resto se encuentra en un completo olvido, desamparados a la espera de un milagro, que ya va tardando más de 64 años en llegar.
Cuba es una bomba de tiempo. Los ánimos se encuentran peor que nunca y los miedos se van perdiendo a pesar del gran aumento de la represión y del control de la población. A los cubanos en la isla ya no les queda nada para perder, están cansados, enojados, pisoteados por un pequeño grupo de familias que se han adueñado del país. El 11 de julio el pueblo cubano dijo basta. Fue un antes y un después en la historia de Cuba. Es sólo cuestión de tiempo para que vuelva a ocurrir un estallido social, del cual esperemos que sea el definitivo.