“La felicidad y la satisfacción personal son el resultado de la búsqueda libre y sin trabas de los propios intereses y deseos, y sólo puede lograrse cuando se garantiza la libertad individual y se respeta el derecho de cada persona a buscar su propia felicidad”
Desde hace mucho tiempo que el liberalismo se ha enfocado meramente en lo económico, haciendo que hagamos caso omiso del impacto que esta corriente ideológica tiene en nuestras vidas. Si bien algunos autores han mencionado la búsqueda de la felicidad, la mayoría de los pensadores recientes no se han vuelto a pronunciar al respecto, ocasionando que otras corrientes ideológicas tengan una mayor ventaja en ese aspecto. Existen varias razones por las cuales el liberalismo es esencial para la vida del ser humano como por ejemplo, un Estado limitado, la cooperación voluntaria y el libre mercado. En este artículo, abordaremos distintas ideas de autores liberales y analizaremos cómo el liberalismo puede ser el camino para la búsqueda de la felicidad.
Ludwig von Mises en la “Acción Humana” argumentaba que los seres humanos son agentes racionales que toman decisiones basadas en sus propios intereses y preferencias. En ese sentido, menciona la importancia del libre mercado como base fundamental para crear un entorno propicio para el desarrollo de oportunidades generando innovación, eficiencia y una mayor calidad de vida. De la misma manera, el libre mercado, no solo genera un impacto en los individuos, sino también en el bienestar colectivo, el cual genera una sociedad basada en el respeto mutuo y la cooperación voluntaria con un Estado limitado. Así mismo, el libre mercado permite a las personas interactuar y asociarse libremente creando sociedades más fuertes. Desde esta perspectiva, la libertad para actuar, la cooperación voluntaria y una sociedad más respetuosa, son elementos fundamentales para lograr la felicidad personal.
Frédéric Bastiat en “La Ley” destaca la importancia de un marco legal que proteja los derechos fundamentales y la propiedad privada. Bastiat argumentaba que la felicidad se basa en la libertad de buscar y perseguir intereses legítimos sin la interferencia excesiva del Estado. Según el autor, la ley debe ser un instrumento neutral y objetivo que garantice la justicia y la igualdad de oportunidades, permitiendo a las personas ejercer su libertad y buscar su propia felicidad.
John Stuart Mill defendió la idea de que la libertad individual es esencial para la felicidad y el bienestar humano. En su obra “Sobre la Libertad” Mill argumenta que cada individuo es el mejor juez de sus propios intereses y debe tener la libertad de perseguirlos siempre y cuando no interfiera con los derechos de los demás. Es de esta manera que Mill defiende la diversidad de opciones y la libertad de elección, las cuales permiten a las personas buscar su propia felicidad y experimentar una vida plena y satisfactoria.
Alejándonos un poco de la economía, Adam Smith en su obra “La teoría de los sentimientos morales” sostiene que la felicidad no solo proviene de la satisfacción de nuestros propios intereses, sino también de la capacidad de relacionarnos con los demás y experimentar empatía ante ellos. En ese sentido, argumentaba que la sociedad se beneficia de la interacción entre las personas y la división de trabajo mencionando que cada individuo cuenta con ambiciones y capacidades distintas. De la misma forma, destaca la importancia de la cooperación voluntaria de forma instantánea permitiendo a las personas equilibrar sus propios intereses con el de los demás. Todo lo mencionado permite al individuo libre a compartir sus emociones y experiencias con otras personas.
Analizando las distintas posturas de los autores, podemos encontrar un punto en común: la libertad de los individuos de perseguir sus necesidades pudiendo generar un ambiente de bienestar. El liberalismo reconoce que cada individuo es único teniendo sus propios sueños y necesidades. Sin embargo, también es importante las conexiones con los otros individuos para generar una sociedad más próspera.
En ese sentido, la libertad individual es esencial para permitir que cada persona pueda buscar su propia felicidad, pero no de forma egoísta, asimismo respetando la capacidad de los otros individuos de buscar la suya. La protección de los derechos individuales, la propiedad privada y la libertad de elección, crean un entorno favorecedor para mejorar la calidad de vida de la sociedad y perseguir la felicidad según sus propios términos.
En conclusión, el liberalismo se presenta como una ideología esencial para la búsqueda de la felicidad, ya que permite a los individuos contar con la libertad para satisfacer sus necesidades, respetando las ambiciones de los demás. De igual modo, tal como mencionan los autores la igualdad de condiciones, los derechos individuales, el libre mercado, la libertad de elección, entre otros, son importantes para proporcionar un marco adecuado para que las personas ejerzan su autonomía, siempre y cuando respeten las libertades de los demás.
De esta manera, el ambiente que se genera permite a los individuos respetar la diversidad, la pluralidad y convertirse en seres empáticos, dando paso a una cooperación voluntaria y una sociedad más próspera. El respeto a la libertad y los derechos individuales, generan un camino en el que las personas puedan tener la oportunidad de satisfacer sus necesidades, crear un entorno de bienestar en conjunto y experimentar una vida plena y satisfactoria pudiendo así encontrar la felicidad.
Felicidades! Escribes muy bien